- July 29, 2025
- Updated 10:30 pm
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- Staff
- julio 28, 2025
- Internacional Internacionales
Donald Trump “desató fuerzas incontenibles”, afirma Edward Luce, periodista de Financial Times. Desde su llegada al poder, el presidente estadounidense aplicó políticas agresivas hacia aliados y adversarios, sin distinción. De acuerdo con Luis Rubio, Trump partió de la premisa de que EE. UU. tenía el poder para imponer condiciones al mundo, lo que generó tensiones comerciales y políticas globales.
Países como México han intentado mantener el equilibrio buscando acuerdos bilaterales para mantener flujos comerciales y proteger inversiones, en especial con relación al Tratado de Libre Comercio (T-MEC). Sin embargo, las fuerzas desatadas han creado un entorno donde la estabilidad no puede depender solo de Washington.
“El presidente americano tiene una visión táctica, no estratégica”, señala rubio. Sus políticas fiscales, especialmente los aranceles y el aumento del gasto público, podrían provocar nuevas olas de endeudamiento y afectar la economía global.
En México, el reto más importante es recuperar las fuentes internas de certidumbre, aquellas mismas que motivaron la firma del TLC en los años 90: reglas del juego claras, atracción de inversión y resolución de conflictos con transparencia.
“Lo que ha cambiado es nuestro socio”, advierte. A diferencia de los años 90, cuando EE. UU. veía en un México próspero un interés nacional, hoy ese respaldo ya no existe. Por ello, se vuelve urgente que México construya confianza desde dentro, sin depender del exterior.
Aunque el actual gobierno mexicano mantiene altos niveles de popularidad, se advierte que esa aceptación no garantiza estabilidad ni desarrollo. La confianza de inversionistas, empresarios y ciudadanos es esencial para crecer y prosperar.
“La única manera de lograrlo es con reglas claras, certidumbre y visión de largo plazo”, finaliza Rubio.